-Preparamos una fuente con agua fría, una pizca de sal y un chorro de zumo de limón
-Metemos las alcachofasbien sumergidas a medida que las limpiemos para evitar que se oxiden
-Cortamos la punta y el extremo del tallo de cada alcachofa
-Retiramos las hojas mas duras y nos quedamos con el corazón tierno y prieto
-Pelamos el tallo dejando un trozo fino si vemos que está tierno
-Las partimos por la mitad y las echamos a la fuente con el agua
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